El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva designando a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Esta medida otorga al gobierno estadounidense facultades adicionales para combatir a estos grupos, incluyendo la posibilidad de realizar acciones militares en territorio mexicano.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha enfatizado la importancia de la cooperación y el respeto mutuo entre ambos países, señalando que cualquier acción debe realizarse en coordinación para preservar la soberanía mexicana. Sheinbaum ha manifestado su firme resistencia a cualquier forma de subordinación, postura que ha unificado a diversos partidos políticos en defensa de la soberanía nacional.
Especialistas advierten que esta designación podría derivar en intervenciones militares, como ataques con drones o incursiones en suelo mexicano, lo que incrementaría las tensiones diplomáticas y comerciales entre ambos países. Además, existe preocupación por un posible aumento de la violencia en regiones afectadas por la actividad de los cárteles.
La orden ejecutiva también menciona a otros grupos criminales latinoamericanos, como la banda venezolana Tren de Aragua y la salvadoreña Mara Salvatrucha (MS-13), calificándolos de amenazas para la seguridad de Estados Unidos y la estabilidad del hemisferio occidental.
Esta acción se suma a otras medidas adoptadas por la administración Trump, incluyendo la declaración de emergencia nacional en la frontera sur y la promesa de imponer aranceles del 25% a México y Canadá a partir del 1 de febrero. Estas decisiones podrían tener implicaciones significativas para la política antidrogas y la seguridad binacional, afectando la relación diplomática y comercial entre Estados Unidos y México.
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Autor: Andrea
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