La rehabilitación de la rodilla tiene como objetivo restaurar el rango de movimiento, la fuerza muscular y la funcionalidad de la articulación. El protocolo puede variar según la lesión (como un desgarro de menisco, lesión de ligamento cruzado o artrosis), pero generalmente incluye las siguientes fases:
1. Fase Inicial: Control del Dolor e Inflamación
- Objetivo: Reducir el dolor, la hinchazón y proteger la articulación.
- Actividades comunes:
- Uso de hielo (crioterapia) durante 15-20 minutos varias veces al día.
- Elevación de la pierna para reducir la inflamación.
- Uso de muletas o inmovilizadores si es necesario.
- Movimientos suaves como flexión/extensión pasiva para evitar rigidez.
2. Recuperación del Rango de Movimiento
- Objetivo: Mejorar la flexibilidad y movilidad de la rodilla.
- Ejercicios recomendados:
- Movimientos pasivos asistidos (puedes usar bandas o apoyo externo).
- Ejercicios suaves en bicicleta estática sin resistencia.
- Estiramientos de los músculos isquiotibiales, gemelos y cuádriceps.
3. Fortalecimiento Muscular
- Objetivo: Recuperar la fuerza de los músculos que estabilizan la rodilla (cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y pantorrillas).
- Ejercicios sugeridos:
- Contracciones isométricas: Por ejemplo, apretar el muslo contra el suelo mientras mantienes la pierna recta.
- Levantamientos de pierna recta (sentado o acostado).
- Ejercicios de resistencia progresiva con bandas elásticas o pesas ligeras.
4. Propiocepción y Control Neuromuscular
- Objetivo: Mejorar el equilibrio y la coordinación, fundamentales para prevenir futuras lesiones.
- Ejercicios clave:
- Ejercicios de equilibrio en una pierna.
- Uso de plataformas inestables (como BOSU o cojines).
- Caminatas laterales con banda elástica.
5. Retorno a la Actividad y Deporte
- Objetivo: Preparar la rodilla para las demandas físicas específicas del deporte o actividad diaria.
- Ejercicios avanzados:
- Saltos pliométricos (caja o escalón bajo).
- Carreras progresivas y cambios de dirección.
- Simulación de movimientos deportivos.
Consejos Generales
- Constancia: Sigue las pautas indicadas por tu fisioterapeuta, evitando sobrecargar la rodilla.
- Adaptación progresiva: Aumenta la intensidad de los ejercicios de forma gradual.
- Control médico: Realiza evaluaciones periódicas para asegurar que la rehabilitación avanza correctamente.
- Evita el reposo excesivo: El movimiento controlado es esencial para evitar la rigidez y la pérdida de fuerza.
