La quema de pastizales es una práctica agrícola que consiste en quemar la vegetación seca o los residuos de las cosechas para preparar el suelo para la siembra. Sin embargo, esta actividad tiene graves consecuencias ambientales y de seguridad, como se ha evidenciado recientemente en el municipio de Toluca, en el Estado de México.
El pasado 11 de febrero de 2024, un incendio de pastizales provocó una densa humareda que redujo la visibilidad en la autopista de cuota Toluca-Naucalpan, causando una megacarambola que involucró a al menos 18 vehículos. Afortunadamente, no se reportaron víctimas mortales, pero sí varios heridos y daños materiales. Los servicios de emergencia acudieron al lugar para atender a los afectados y controlar el fuego.
Este no es un caso aislado, sino que se suma a otros incidentes similares ocurridos en los últimos años en la zona norte de Toluca, donde se concentra la mayor parte de la actividad agrícola del municipio. Según la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México, esta región es la que registra el mayor índice de contaminación atmosférica, debido al tipo de uso de suelo, que es de terracería y áreas de cultivo.
La quema de pastizales genera emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, que contribuyen al calentamiento global y al cambio climático. Además, produce partículas suspendidas, como el hollín y el material orgánico, que afectan la calidad del aire y la salud de las personas, especialmente de las que padecen enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
La quema de pastizales también representa un riesgo de incendios forestales, que pueden propagarse rápidamente y causar daños irreparables a la biodiversidad y a los ecosistemas. Asimismo, puede provocar la erosión del suelo, la pérdida de nutrientes y la disminución de la fertilidad, lo que afecta la productividad agrícola y la seguridad alimentaria.
Ante esta problemática, es necesario implementar medidas de prevención y control, así como de concientización y educación ambiental, para evitar la quema de pastizales y promover prácticas agrícolas más sustentables y seguras. Algunas alternativas son el uso de maquinaria, el compostaje, la rotación de cultivos, la siembra directa y la agroforestería.
La quema de pastizales en Toluca es un problema que nos afecta a todos, tanto a los habitantes del municipio como a los de las zonas aledañas. Por eso, es importante que tomemos conciencia de los impactos negativos que genera y que busquemos soluciones que protejan el medio ambiente y la vida humana.
Autor: Andrea
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