En el municipio de Teuchitlán, Jalisco, se descubrieron tres crematorios clandestinos en un rancho previamente identificado como centro de adiestramiento del crimen organizado. Este hallazgo fue realizado por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, quienes encontraron restos óseos calcinados, prendas de vestir y un altar dedicado a la Santa Muerte en el lugar.
El rancho, conocido como Izaguirre Ranch y ubicado en la comunidad de La Estanzuela, ya había sido intervenido en dos ocasiones anteriores por autoridades de los tres niveles de gobierno. La primera intervención ocurrió en septiembre de 2024, tras un enfrentamiento armado que resultó en la detención de diez personas y el rescate de tres que estaban privadas de su libertad. La segunda intervención se llevó a cabo en enero de 2025, cuando se identificó el lugar como un centro clandestino de entrenamiento del crimen organizado.
Durante la reciente inspección, además de los hornos crematorios, se localizaron restos óseos calcinados, incluyendo partes de cráneos y piezas dentales. También se encontraron prendas de vestir, calzado y un altar con figuras de la Santa Muerte. Estos descubrimientos sugieren que el lugar fue utilizado para la incineración ilegal de cuerpos y actividades relacionadas con el crimen organizado.
Las autoridades continúan investigando el caso para determinar el número de víctimas y esclarecer las actividades ilícitas realizadas en el rancho. La Fiscalía General de Justicia de Jalisco informó que las labores de búsqueda de personas continúan en distintos puntos del predio, incluyendo áreas previamente exploradas.
Este hallazgo resalta la grave problemática de las desapariciones y la violencia en el estado de Jalisco, donde colectivos de búsqueda y autoridades trabajan conjuntamente para localizar a personas desaparecidas y desmantelar estructuras delictivas.
