El Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular la transferencia del control operativo y administrativo de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Este controvertido movimiento ha generado amplio debate en torno a la militarización de la seguridad pública en México.
La iniciativa fue impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha defendido la medida como necesaria para fortalecer la Guardia Nacional y mejorar la seguridad en el país. Sin embargo, la propuesta ha sido criticada por sectores de la oposición y organizaciones civiles, quienes argumentan que esto profundiza la militarización y puede comprometer los derechos humanos y la autonomía civil en tareas de seguridad.Uno de los momentos más destacados de la sesión fue el voto del senador Julen Rementería, miembro del Partido Acción Nacional (PAN), quien originalmente se oponía a la medida.
Sin embargo, su correligionario, el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, cambió su voto a favor, lo que fue decisivo para la aprobación del dictamen. Esto provocó fuertes críticas dentro de su partido, ya que se percibió como una traición a la postura oficial del PAN y un espaldarazo inesperado al proyecto gubernamental.
Con esta votación, la Guardia Nacional quedará bajo el mando de la Sedena, lo que marca un cambio significativo en la estrategia de seguridad del país y plantea nuevos retos para el equilibrio entre la seguridad pública y los derechos civiles.
Autor: Andrea
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