Elena Larrea y la liberación de los caballos de calandria en Acapulco
Elena Larrea, una activista, influencer y fundadora del santuario de equinos Cuacolandia, jugó un papel fundamental en la liberación de los 42 caballos de calandria que operaban en Acapulco, México.
El contexto
Los caballos de calandria en Acapulco sufrían condiciones precarias de trabajo, con jornadas extenuantes, falta de descanso y alimentación adecuada, y exposición a condiciones climáticas adversas. Además, la actividad de las calandrias generaba problemas de tráfico y contaminación en la ciudad.
El papel de Elena Larrea
En 2020, durante la pandemia de COVID-19, la actividad turística en Acapulco se vio drásticamente reducida, dejando a los calandrieros sin trabajo y a los caballos en una situación aún más vulnerable. Elena Larrea, sensibilizada por la situación, intervino para ayudar a estos animales.
Las acciones emprendidas
Elena Larrea, junto con otras asociaciones protectoras de animales, llevó a cabo las siguientes acciones:
Negociación con los calandrieros: Se dialogó con los calandrieros para convencerlos de que era mejor para los caballos dejar de trabajar en las calandrias y ofrecerles alternativas de trabajo.
Búsqueda de un nuevo hogar: Se buscó un lugar adecuado para reubicar a los caballos, donde pudieran vivir en libertad y recibir los cuidados necesarios.
Financiamiento: Se recaudaron fondos para cubrir los costos de la manutención y cuidado de los caballos en el nuevo santuario.
El resultado

Gracias a las gestiones de Elena Larrea y el apoyo de otras personas e instituciones, los 42 caballos de calandria de Acapulco fueron finalmente liberados y trasladados al santuario Cuacolandia, donde viven en un ambiente seguro y con los cuidados adecuados.
El legado de Elena Larrea
Elena Larrea falleció en 2023, dejando un legado de activismo y lucha por los derechos de los animales. Su papel en la liberación de los caballos de calandria en Acapulco es un ejemplo de su compromiso y entrega por el bienestar animal.
Reflexión final
La historia de Elena Larrea y los caballos de calandria en Acapulco nos enseña que la acción individual, junto con la colaboración y el apoyo de la comunidad, puede lograr cambios positivos en la vida de los animales. Es importante recordar que todos tenemos la responsabilidad de proteger y cuidar a los animales que nos rodean.