El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado la imposición de nuevos aranceles del 10% sobre productos provenientes de China, Canadá y México, justificando esta medida como una acción para combatir el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos. Esta decisión marca el inicio de una nueva fase en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
En respuesta, China ha expresado su firme oposición a estos aranceles, argumentando que perjudicarán a ambas economías. Además, está considerando posibles contramedidas, incluyendo restricciones a la exportación de materiales críticos como el germanio y el grafito.
Estas acciones podrían tener un impacto significativo en las cadenas de suministro globales y en sectores clave como los semiconductores y las baterías. China ha estado trabajando en fortalecer su autosuficiencia en industrias avanzadas y en diversificar sus relaciones comerciales a nivel mundial para mitigar los efectos de estas medidas.
China se opone al aumento de aranceles
